“Amistad, ¡qué tesoro!”, que buena frase para una buena época, pero ahora yo me pregunto: ¿Será posible que siga teniendo el mismo valor en los tiempos actuales del siglo XXI?
Antes la amistad era de otra forma, (por los menos es lo que yo siento), todos conservamos amigos desde la infancia, yo por lo menos sí, y me gusta alardear de ello, conservo amigos desde parvulitos, buenos amigos, conservo amigos del colegio, con buenos recuerdos, y conservo otros amigos que he ido haciendo por el camino de mi vida.
Estos amigos son pocos, muy pocos, los puedo contar con los dedos de las manos, pero son amigos de verdad, esos que están ahí cuando los necesito, otras muchas veces no, pero la amistad es así, y así debe de ser, sin obligaciones, con emociones, sin reservas, con libertad, sin fronteras, con lealtad, sin traiciones, con sinceridad, sin tiempo, con cariño, sin maldad, con buena voluntad, sin rencor, con perdón, sin edad, y con-partiendo…
Hoy en día todo esto ha cambiado, quizás por los avances de las técnicas y las posibilidades de la comunicación, Por favor, entra en cualquier red social de las actuales, facebook, twitter, twenty, Messenger, o cualquier otra de las que a diario proliferan en internet. Todo el mundo tiene miles de amigos declarados, miles de seguidores, miles de incondicionales, miles de qué… me pregunto yo.
¿Cómo podemos considerarnos ser amigo de alguien, por responder en su página web, me gusta, o no me gusta? ¿Cómo podemos considerarnos ser seguidores de alguien por ver las fotografías de su última fiesta en la piscina de sus padres? ¿Cómo puedo considerarme amigo de alguien a quien no conozco y vive al otro lado del planeta, y con quien no comparto nada? ¿Cómo y por qué la gente se conforma y busca sólo esta clase de amistad? ¿Cómo…?
Hoy en día creo que basta con entrar en una red social de internet, cualquiera, da igual…y clickar en el espacio donde dice “añadirme como amigo”, o enviar un mensaje diciendo “acepto amistad” y ya está, ¡Olé!, ya tienes un nuevo amigo, al que escribes a casi todas horas, le cuentas, lo que no cuentas a quien tienes al lado y que realmente te puede ayudar, no sé qué clase de amistad es esta, pero lo cierto es que nadie lo puede negar, que esto es el boom de hoy en día, quizás por falta de tiempo, quizás por falta de personalidad, quizás por falta de carácter, quizás por necesidad de no intimizar más allá de eso, quizás haya cambiado el sentido de palabra amistad, o quizás es que yo me estoy haciendo viejo y ya no entiendo nada… Amistad, amistad, para que quiero una amistad así, si cuando la necesito nunca va a estar.
¿Por qué es más fácil que todo el mundo vea todas nuestras intimidades y todos nuestros actos en la red y luego no somos capaces de transmitir, de comunicar nada al que tenemos la lado y vemos todos los días, o con quien compartimos nuestros pequeños actos de ocio como bocatas, o descansos en el trabajo, o con el que nos sentamos todos los días en el bus, o quien se sienta a nuestro lado en la oficina, o con quien nos tomamos todos los días el café?
¿Cómo es posible que nuestra vida con los que todos los días nos rodean sea de forma casi robotizada y hermética, reduciéndose a “hola, buenos días”, y en el ascensor con los vecinos, “parece que hoy vamos a tener buen tiempo”.
Mientras que en internet mostramos, difundimos, y propagamos sin miramiento a los cuatro vientos toda nuestra vida, de verdad que no lo entiendo, quizás sea algo psicológico que yo no alcanzo a comprender debido a esta nueva cultura o moda.
Lo siento pero yo no quiero una amistad de esta clase, quiero la amistad de toda la vida, de aquellos a quien puedo recurrir cuando necesito algo de ellos, incluso sólo su compañía, y aquellos que en cinco minutos tengo un hombro donde poder llorar, o aquellos que me hacen reír, o aquellos que simplemente me entienden y me protegen, o aquellos que cruzaron un día su vida con la mía, aquellos que con una sola mirada nos basta para entendernos, aquellos a los que nunca les debo una explicación, aquellos que añoro cuando hace tiempo que no los veo, recibir el mensaje de alguien que se acuerda de ti, poder llamar a alguien que quieres, para reír, llorar o contarle lo inaudito del día de hoy…por eso tengo a los que tengo y no me importa que sólo sean una decena, en vez de una centena.
Quizás sea sólo un sentimental pasado de fecha…
¿Y tú que amistad prefieres?
¿Cuántos amigos tienes?
José Manuel.
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