La única batalla, lucha, o revolución que realmente se pierde y de la que no puedes aprender nada, es la que se abandona.
Es por eso que nunca me rindo, nunca abandono, aunque al final saboree el amargo sabor de la derrota.
Pero la derrota te enseña a levantarte y no cometer los mismos errores, a hacerte más fuerte ante las adversidades.
Y a creer que un día por fin alcanzaré la ansiada victoria.
José Manuel.
La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.
ResponderEliminarRudyard Kipling
Lo único real es la lucha. Y aunque a veces no lo parezca: merece la pena. Entre otras cosas, porque no hay nada más.
¡Animo!
Sali