Ayer, según vaticinaron los estadistas de la O.N.U. y otras organizaciones mundiales afines, nació, en algún lugar del planeta, el humano número 7.000 millones. Lo más probable es que ese niñ@ llegó al mundo en India, o puede que lo hiciera en el África subsahariana, o en otras latitudes asiáticas, Todo apunta que así fue, y en los medios de comunicación nos muestran como a la elegida a una niña nacida en Filipinas, como la persona número 7.000 millones, aunque eso da un poco igual, lo cierto es que, con toda seguridad, habrá nacido en un país subdesarrollado, su vida será difícil desde el principio de sus días, quizás no llegue a vivir, por falta de alimentos o de agua, ni si quiera su primer año de vida. Probablemente nunca se pueda desarrollar íntegramente como persona, (al menos no como pensamos los del mundo rico y desarrollado) si tiene algo de suerte quizás, y sólo quizás tenga algunos estudios mínimos, o incluso aprenda a leer y escribir, si la suerte le sigue acompañando, quizás no deba trabajar a temprana edad, cuando sus mayores preocupaciones deberían de ser las de elegir el próximo juego con sus amig@s, en vez de tener que ganarse el sustento trabajando en condiciones deplorables incluso para un adulto, o quizás deba empuñar un fusil obligad@ por los amos de la guerra. Si la suerte y sus fuerzas le siguen sonriendo quizás no le afecte ninguna de las enfermedades mortales que están llamando a la puerta de estos niñ@s, todos los días, en estos países que denominamos subdesarrollados y donde los impresionantes y desorbitados crecimientos de población se dan entre una profunda pobreza.
Quizás tenga toda la suerte de mundo y llegue a ser madre o padre prematuramente, cuando deberían de estar jugando con sus muñecos, en vez de tener que preocuparse de su hij@, pasará de la niñez a la madurez en un respiro, y al deber de mantener a su propia familia, y nunca abandonará el lazo de pobreza y miseria de donde nació y que toda su vida arrastrará.
Por otro lado y al estudiar lo antojadizas y retorcidas que a veces pueden llegar ser las estadísticas, puede también que haya nacido en el seno de cualquier familia acomodada de algún país del norte de América o de Europa, donde vivirá más o menos sin penalidades fatales y donde todo al parecer le resultará mucho más sencillo. Sin más complicaciones que las que se le pueden dar a cualquiera de nuestr@s hij@s.
Desde mi punto de vista el mundo debería de plantearse como vamos a seguir sobreviviendo si cada vez somos más y las técnicas sanitarias y los avances científicos nos llevan a prolongar más nuestras vidas, a la vez que no estamos siendo respetuosos con los recursos alimenticios y energéticos. Deberíamos plantearnos pero, ¡ ya !, cómo nos vamos a repartir los recursos que nos quedan y pensar en promover los recursos sostenibles y respetuosos para poder asegurar ya no sólo nuestro propio futuro, sino también el de nuestros hij@s.
Como dice un proverbio africano, “ La tierra no es una herencia de nuestros predecesores, es un préstamo de nuestros descendientes “.
Sea cual fuere, pido que no miremos para otro lado y que juntos seamos capaces de construir otra realidad mejor y para todos, y por mi parte sólo me queda decir:
“ Bienvenid@ “ a este mundo y suerte.
José Manuel.
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