Las palabras sobran y las sensaciones se desbordan sin control alguno, intento comunicar, pero no me sale nada, es como cuando uno se está ahogando, y quiere gritar, pedir ayuda, pero no puede, algo así siento en estos últimos días, incapaz de explicar las sensaciones que me invaden, incapaz a la vez de controlar las fuerzas para seguir resistiendo a este agobio en el que me veo inmerso, sin una salida a la vista. Como deambulando por el laberinto de Dédalo, corriendo, buscando una salida, a la vez que me escondo para que el Minotauro no me encuentre y devore...
Todos me estáis reclamando más paciencia y esperanza, bien, ¡de acuerdo!, ya la tuve, pero ¿cuánto más debo aguantar? ya casi ni se manifiestan dentro de mí, el tiempo las consume como una vela encendida se consume en la ventana de una lejana casa, indicando la dirección a seguir, en la noche. No sé cuanto más podré mantenerla viva y encendida.
Pero gracias a todos aquell@s que en estos momentos difíciles, estáis ayudándome a mantenerme firme en mi propósito, dándome ánimos y ayudándome a mantener mi paciencia y mis esperanzas. Mis más sinceras gracias.
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